Y Vicente triunfó en Estados Unidos

Surge entonces un curioso contrato: el empresario norteamericano Samuel Rothapfel fichó a Vicente, al igual que a otros cantantes noveles, para actuar en el Teatro Rialto de Nueva York, en el que se proyectaban películas y, antes o después de las mismas, actuaban futuros cantantes de ópera. Ignoro si las actuaciones eran fragmentos de ópera, de canciones del momento, etc. Lo único que puedo decir es que en uno de estos eventos cantó en presencia de Douglas Fairbanks, protagonista de la película “Manhattan Madness” que se proyectaba allí.

Cuando se fue de Cuba hacia Nueva York hizo gala de lo que sería una constante en su carrera: su gran don de gentes, simpatía y sencillez (esas palabras salieron de la pluma de todos los periodistas que tuvieron un mínimo trato con él y que le consideraron de inmediato “su amigo”). Desde el barco que le llevaba a la ciudad de los rascacielos, escribió una carta para despedirse del público y la prensa habaneros y agradecerles todas las bondades, apoyo y simpatía que le habían demostrado. Esta carta salió publicada en los principales periódicos de la capital cubana.

La actuación en el Teatro Rialto duró un mes, de finales de Agosto a finales de Septiembre de 1916. Por los recortes de prensa que poseo, tuvo mucho éxito y buena aceptación. El Director del Rialto le hizo un contrato indefinido, pero ante la oferta de la Boston National Grand Opera Company no quiso ser un freno en su carrera y le dejó ir. Pero con una condición: “que al acabar su temporada en Boston y Chicago regresara al Rialto, para mantener con su presencia el alto nivel de la compañía de su primer empresario”. Esta condición, que Vicent cumplió, demuestra claramente el buen concepto que ya se tenía de sus facultades sólo al empezar.

Entre Noviembre de 1916 y Diciembre del mismo año, con la Boston National Grand Opera Company empieza a recorrer ya América del Norte: Philadelphia, Cleveland, Baltimore y Toronto en Canadá. En esta formación comparte por primera vez cartel con sus compatriotas María Gay y José Mardones.

Los contratos se sucedieron con otras compañías, mereciendo una excelente crítica en el periódico especializado “Musical Courier” de Febrero de 1917.

1917 06 New York Vicent Ballester

Nueva York, Junio de 1917

Retrato de Vicente Ballester

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